septiembre 20, 2007

TREINTAÑEROS

Ya tengo 33 años desde Julio, y es verdad, la vida es distinta.
Esta mañana leí un post de un blog argentino " Naderias" (http://naderias.blogspot.com) y contaba como entraban en la treintena sus amigas y como las veía tristes, solteras y trabajando un montón, con el lema del grupo "No hay hombres" (y los que hay no sirven para nada)."

Que en realidad no eran felices a pesar de tenerlo casi todo aunque la mayoría no habían encontrado una pareja y decían tampoco querían hombres.
Al final decía: "Yo no estoy sóla, tengo compañero pero tampoco soy feliz, ¿Serán los treinta?."

Eso me ha hecho reflexionar que casi toda la gente que conozco con treinta y tantos y más, pues realmente no es feliz.

Claro que esto puede ser a que en esta época realmente dejamos de ser jovencitos y te vienen todas las resposabilidades juntas y todo el peso de tu ser.
Porque ya no eres tan alocado, ya no piensas que puedes encontrar cosas mucho mejores y vivir despreocupándote del mundo, de las facturas, y de Sobrevivir.

Ya no es así , la mayoría tenemos que pagar un piso, comida, facturas, trabajar de 9 a 10 horas al día, estar monísima, y además en esta edad si no tienes hijos te hechas encima los problemas de tenerlos y mantenerlos.

La verdad es que quedan pocas alegrías. En general la gente no vive en un estado permanente de felicidad, la gente sufre por conseguir cosas, objetivos y luego a veces tienes momentos de felicidad, momentos en los que de repente miras alrededor y piensas que te gusta tu vida, o que quieres a tu novio o marido, o que tus hijos son lo mejor del mundo y te quedas tan agustito, reconciliada con la galaxia y encantada de estar en tu pellejo.
Son esos momentos en los que se te pone la sonrisa tonta en la boca o tienes musiquilla alegre en la cabeza, pero esos momentos son los menos y por eso son tan valiosos.

También es en esta edad en donde los sueños adolescentes de ser el jefe de la oficina y mandar a los demás o ser la más rica del vecindario, pues si ya no se hicieron realidad, te das cuenta neniña, de que no lo vas a conseguir.

Que no vas a llegar a nada especial y hay que conformarse con ser un currillo más y del montón.

Y eso duele, porque tus expectativas reales e imaginarias se van abajo y te queda la cruda realidad.

Que ni el trabajo, ni las amigas, ni tu hombre son perfectos ni como habías soñado, ni como las series de la tele, son normales, con defectos y virtudes y sobre todo monótonos pero con momentos excepcionales.

No hay comentarios:

Unión de Bloggers Hispanos
 
Add to Technorati Favorites